- Movilizaciones públicas. Son las manifestaciones, concentraciones, marchas, escraches, paralización de desahucios, yonopagos, tubasuralbanco, ocupaciones de espacios públicos o privados, encierros, acampadas, consultas ciudadanas, boicots, acciones de desobediencia civil, etc. Con ellas las personas sumamos nuestras energías, favoreciendo la organización colectiva, poniendo de manifiesto los problemas existentes, quienes son los culpables de los mismos, y reclamando las soluciones.
- Información y cambio cultural. Mediantes webs, redes sociales, nuevos medios de comuniciación, vídeos, canciones, cortos, películas, obras de teatro, documentales… difundimos la información veraz que la mafia quiere silenciar, combatimos la propaganda que nos quiere inculcar, fomentamos el pensamiento crítico y una cultura solidaria.
- Acciones judiciales. Utilizamos las herramientas del derecho para defendernos de la represión en los juzgados y tribunales, y para atacar mediante demandas y querellas a los criminales y corruptos.
- Sindical. Mediante la organización de parados y trabajadores, las huelgas y negociaciones sindicales, luchamos contra la explotación empresarial, y defendemos los derechos laborales.
- Nueva economía. Fomentamos el surgimiento de cooperativas financieras, energéticas, alimentarias… los huertos urbanos, la autoproducción y autoconsumo energético con fuentes renovables, el rechazo a la obsolescencia programada… Que cada vez más personas dejemos de ser trabajadoras y clientes de la banca y empresas que violan nuestros derechos y destruyen la naturaleza.
- Institucional. Han surgido fuerzas políticas críticas que, recogiendo las demandas que planteamos y, gracias a los cambios de conciencia y económicos que hemos promovido, han conquistado las alcaldías de muchas ciudades, y están ocupando espacios crecientes en los municipios, las autonomías, el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo.
Democracia real YA! suscribe y hace suyo el manifiesto “Última llamada”
«Última llamada»
Esto es más que una crisis económica y de régimen: es una crisis de civilización
Los ciudadanos y ciudadanas europeos, en su gran mayoría, asumen la idea de que la sociedad de consumo actual puede “mejorar” hacia el futuro (y que debería hacerlo). Mientras tanto, buena parte de los habitantes del planeta esperan ir acercándose a nuestros niveles de bienestar material. Sin embargo, el nivel de producción y consumo se ha conseguido a costa de agotar los recursos naturales y energéticos, y romper los equilibrios ecológicos de la Tierra.
Nada de esto es nuevo. Las investigadoras y los científicos más lúcidos llevan dándonos fundadas señales de alarma desde principios de los años setenta del siglo XX: de proseguir con las tendencias de crecimiento vigentes (económico, demográfico, en el uso de recursos, generación de contaminantes e incremento de desigualdades) el resultado más probable para el siglo XXI es un colapso civilizatorio.
Hoy se acumulan las noticias que indican que la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta. El declive en la disponibilidad de energía barata, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos muestran que las tendencias de progreso del pasado se están quebrando.
Frente a este desafío no bastan los mantras cosméticos del desarrollo sostenible, ni la mera apuesta por tecnologías ecoeficientes, ni una supuesta “economía verde” que encubre la mercantilización generalizada de bienes naturales y servicios ecosistémicos. Las soluciones tecnológicas, tanto a la crisis ambiental como al declive energético, son insuficientes. Además, la crisis ecológica no es un tema parcial sino que determina todos los aspectos de la sociedad: alimentación, transporte, industria, urbanización, conflictos bélicos… Se trata, en definitiva, de la base de nuestra economía y de nuestras vidas.
Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible. Nuestra cultura, tecnólatra y mercadólatra, olvida que somos, de raíz, dependientes de los ecosistemas e interdependientes.
La sociedad productivista y consumista no puede ser sustentada por el planeta. Necesitamos construir una nueva civilización capaz de asegurar una vida digna a una enorme población humana (hoy más de 7.200 millones), aún creciente, que habita un mundo de recursos menguantes. Para ello van a ser necesarios cambios radicales en los modos de vida, las formas de producción, el diseño de las ciudades y la organización territorial: y sobre todo en los valores que guían todo lo anterior. Necesitamos una sociedad que tenga como objetivo recuperar el equilibrio con la biosfera, y utilice la investigación, la tecnología, la cultura, la economía y la política para avanzar hacia ese fin. Necesitaremos para ello toda la imaginación política, generosidad moral y creatividad técnica que logremos desplegar.
Pero esta Gran Transformación se topa con dos obstáculos titánicos: la inercia del modo de vida capitalista y los intereses de los grupos privilegiados. Para evitar el caos y la barbarie hacia donde hoy estamos dirigiéndonos, necesitamos una ruptura política profunda con la hegemonía vigente, y una economía que tenga como fin la satisfacción de necesidades sociales dentro de los límites que impone la biosfera, y no el incremento del beneficio privado.
Por suerte, cada vez más gente está reaccionando ante los intentos de las elites de hacerles pagar los platos rotos. Hoy, en el Estado español, el despertar de dignidad y democracia que supuso el 15M (desde la primavera de 2011) está gestando un proceso constituyente que abre posibilidades para otras formas de organización social.
Sin embargo, es fundamental que los proyectos alternativos tomen conciencia de las implicaciones que suponen los límites del crecimiento y diseñen propuestas de cambio mucho más audaces. La crisis de régimen y la crisis económica sólo se podrán superar si al mismo tiempo se supera la crisis ecológica. En este sentido, no bastan políticas que vuelvan a las recetas del capitalismo keynesiano. Estas políticas nos llevaron, en los decenios que siguieron a la segunda guerra mundial, a un ciclo de expansión que nos colocó en el umbral de los límites del planeta. Un nuevo ciclo de expansión es inviable: no hay base material, ni espacio ecológico y recursos naturales que pudieran sustentarlo.
El siglo XXI será el siglo más decisivo de la historia de la humanidad. Supondrá una gran prueba para todas las culturas y sociedades, y para la especie en su conjunto. Una prueba donde se dirimirá nuestra continuidad en la Tierra y la posibilidad de llamar “humana” a la vida que seamos capaces de organizar después. Tenemos ante nosotros el reto de una transformación de calibre análogo al de grandes acontecimientos históricos como la revolución neolítica o la revolución industrial.
Atención: la ventana de oportunidad se está cerrando. Es cierto que hay muchos movimientos de resistencia alrededor del mundo en pro de la justicia ambiental (la organización Global Witness ha registrado casi mil ambientalistas muertos sólo en los últimos diez años, en sus luchas contra proyectos mineros o petroleros, defendiendo sus tierras y sus aguas). Pero a lo sumo tenemos un lustro para asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento, y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean a la vez rigurosas y viables. Deberíamos ser capaces de ganar grandes mayorías para un cambio de modelo económico, energético, social y cultural. Además de combatir las injusticias originadas por el ejercicio de la dominación y la acumulación de riqueza, hablamos de un modelo que asuma la realidad, haga las paces con la naturaleza y posibilite la vida buena dentro de los límites ecológicos de la Tierra.
Una civilización se acaba y hemos de construir otra nueva. Las consecuencias de no hacer nada —o hacer demasiado poco— nos llevan directamente al colapso social, económico y ecológico. Pero si empezamos hoy, todavía podemos ser las y los protagonistas de una sociedad solidaria, democrática y en paz con el planeta.
Fuente: https://ultimallamadamanifiesto.wordpress.com/el-manifiesto/
Consulta ciudadana estatal #ReferéndumRealYa 14-19 Junio
A partir de este Sábado 14 numerosos colectivos sociales y ciudadanos organizan una gran consulta ciudadana #ReferéndumRealYa acerca de la jefatura y el modelo del Estado. Tras la abdicación del rey, en los días ateriores a la proclamación de su hijo como nuevo monarca, se desarrolla esta inciativa para visibilizar la necesidad de consultar con la ciudadanía las cuestiones fudamentales que le afectan. Tras casi 80 años sin poder decidir sobre ello de forma directa, es momento para cumplir el artículo 92.1 de la Constitución, que establece que “las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos”.
En un contexto de crisis social, política y económica, y en el que la institución monárquica ha perdido apoyo popular (3,71 puntos según el CIS), los dos partidos mayoritarios han optado por continuar como si nada sucediera y sin tener en cuenta las amplias demandas de cambio de un sector muy importante de la población del país. A esto se le añade el progresivo descrédito y desprestigio de estos partidos, visto no solo en las encuestas, sino también en las pasadas elecciones al parlamento europeo celebradas el 25 de mayo, en el que PP y PSOE obtuvieron menos del 50% del total de los votos y ambos perdieron un tercio de sus votantes. Esto es una señal de que una buena parte de la sociedad está demandando un cambio y que estas necesidades no se están viendo correspondidas por parte de las instituciones y los principales grupos políticos del país. Muchos clamamos desde hace ya varios años por el derecho a la participación política. Democracia no es votar cada cuatro años. Queremos ir más allá de las urnas, queremos decidir sobre todas aquellas cuestiones fundamentales, como son el modelo de organización del Estado o la elección democrática de la Jefatura de Gobierno.
Las preguntas planteadas en este caso son únicamente dos, reflejadas en el modelo de papeleta consensuada entre todos los colectivos convocantes:
– ¿Está usted de acuerdo con que la jefatura del Estado español sea elegida por sufragio universal?
– ¿Está usted de acuerdo en que se abra un proceso constituyente para que la ciudadanía decida sobre el modelo organizativo del Estado español?
Entre los días 14 y 19, en las numerosas mesas repartidas por todas las ciudades del estado, y mediate el voto directo a través de internet, cualquier ciudadano o residente mayor de 16 años podrá participar en esta consulta. Los detalles sobre la misma y su desarrollo puede encontrarse en la web central de la iniciativa: http://www.referendumrealya.com/
Por todo ello reclamamos desde la calle y las redes un #ReferendumRealYa, porque queremos sentar las bases de una nueva forma de entender la democracia, aquella en la que las consultas a l@s ciudadan@s no sean una excepción, sino la norma habitual a seguir en la toma de decisiones para las grandes cuestiones que les afecten.
Evento facebook : https://www.facebook.com/events/252988154909832/
Adhesiones: http://www.referendumrealya.com/index.html#adhesiones
DRY no apoya ninguna candidatura electoral
22 de Marzo Marchas de la dignidad – Manifiesto
NO AL PAGO DE LA DEUDA
NI UN RECORTE MÁS
FUERA LOS GOBIERNOS DE LA TROIKA
PAN, TRABAJO Y TECHO PARA TODOS Y TODAS
PAN, TRABAJO Y TECHO
A LA CALLE!!, QUE YA ES HORA
English Version
No to pay the debt
No more cuts
Out governments Troika
Bread, work and shelter for all
We’re starting 2014 with no improvement for the workers, sunk in an unprecedented capitalist crisis and without any measures on the part of this illegitimate government other than misery, precariousness and repression, rulers who act as reall representatives of big banks, employers and big business, of capitalism, under the order of the Troika (the European Commission, the Central European Bank and the International Monetary Fund)..
We’re living in a situation in which every minute we’re being pushed to brink, a situation against which we must all start to give a real, collective, mass answer, by fighting from the grassroots, from our different territories but with one voice. Because with every day that goes by the situation is getting more agonizing, more difficult.
In the Spanish State there are hundreds of thousands of us who have lost our homes or who don’t receive benefits for dependents. There are more than 6 million of us without paid work and unemployed. We’ve got tens of thousands of working people without any unemployment benefits at all. There are more than a million of us who are living below the poverty line – and all that’s going down while the “Popular Party” continues with its cuts, destroying and robbing the health system, education, culture, pensions, closing down local television stations that are essential to the survival of minority languages and other public services. And they go on privatizing anything that’s profitable and giving tax benefits to the rich (bankers, big business, the Church, etc.)
There are more than 500,000 of us, young and not so young people, that have been forced to emigrate in order to try to eke out our living in one way or another. And despite this, they go on shutting down small and medium businesses with impunity, destroying most the real productive fabric, both industrial and agricultural, which could give work to the majority of the population.
In this context women have long had fewer rights: the right to live without male violence or to decide over our own bodies the right to family planning.
In our country if you were born somewhere else in the world, if your skin’s a different color or you have another religion, they take away your fundamental rights (healthcare, education et.) and can even shut you up in an Internment Center, even though you’ve committed no crime.
Simply for speaking our own minority language, simply for wanting to live in accordance with the culture of our land, we can be fined or even thrown into prison like during Franco’s fascist dictatorship, but now they call it democracy.
Fines and criminal penalties, imposed just for exercising the right of freedom of speech or the right to disobey unjust laws, are heavy, but the corrupt élite never go to prison and never have to pay for the damage they cause.
While the Government continues to hand out cash to big building firms, to the energy companies, to bankers and to corrupt businessmen etc. They’re leaving us with no work, no house, no health care, no pensions, no university grants, no schools, no education, no future: in a word no life.
They’re raising taxes, the price of energy and basic products for the poorest of use, while they’re reducing to a bare minimum employers’ social security contributions, to “create” work, they cynically say, and they turn a blind eye to massive fraud, corruption and capital flight. And without money we’re left with no house, no job and no wherewithal to survive.
Both the so-called Popular Party (PP) and the so-called Spanish Socialist Workers’ Party (PSOE) are the culprits. To reduce us to this situation they made the constitutional reform in 2011, a Treaty with the European Union and an Organic Law to guarantee payment of the debt and, if need be, to suppress any public institution (like the Statute of Autonomy of the Valencian Country), if it doesn’t reduce its debt (and so its provision of public services) whenever and however they want.
We fought with great sacrifice to gain our social rights and we’re just not prepared to lose them. We demand from politics the transformation of our economy to make it an economy at the service of humanity and to guarantee that these rights can be universally exercised.
That’s why we demand:
The abrogation of all the counter-reforms that have been forced down our throats (labor laws, laws affecting pensions, education the right to safe legal abortion, the 15/97 act which commoditizes health care, the law of civil repression etc).
A realistic plan against unemployment and a law establishing a basic income.
Stoppage of all evictions, the guarantee of the fundamental right to housing and to the basic utilities of water and energy.
Universal, free and high-quality public services´.
Realistic and effective policies to ensure equal opportunities, regardless of a person’s origin, sexual orientation, gender identity, diversities or age.
A guarantee of the reimbursement of the loans made to banks and their nationalization along with the nationalization of all strategic companies and sectors.
A fiscal policy whereby those that have more, pay more and public social expenditure is guaranteed above everything else.
A guarantee of the right to decide, in all spheres, as persons, workers, peoples. Because we demand real democracy.
In order to advance in the construction of unity and people’s power … we must advance in the Marches for Dignity so we can arrive in Madrid on March 22 from all cardinal points of the Spanish State!
We want to live and work with dignity in our land with our people!
To defend all that is and should be ours, struggle is the only way!
Bread, a roof, rights and dignity for all workers.